Blog con reflexiones, sentimientos y procesos vividos tras la muerte de mi primer hijo en la semana 39+5 de gestación.
jueves, 27 de marzo de 2014
Return to zero
jueves, 13 de marzo de 2014
Carta para Álex el 17/01/2013
Ya ha pasado un mes y 16 días y no dejo de pensar en ti. No puedo dejar de sentirme muy triste porque no te he podido tener entre mis brazos, no he podido verte con los ojitos abiertos, disfrutar de una sonrisa tuya, cogerte de las manitas, darte calor...
Te quiero muchísimo y no puedo olvidarte. A veces, me da la sensación de que ha sido todo un sueño. Siento mucha rabia e impotencia.
Ojalá el dolor por haberte perdido deje paso a la alegría por haberte tenido.
Te quiero y siempre te querré.
lunes, 10 de marzo de 2014
Webs relacionadas
http://www.bebesymas.com/embarazo/la-vuelta-de-cordon-umbilical-en-el-cuello-del-feto
http://www.bebesymas.com/parto/circular-de-cordon-que-pasa-si-se-enreda-el-cordon-en-el-cuello-del-bebe
http://espanol.babycenter.com/a10300019/entender-el-nacimiento-sin-vida-o-imortinatoi
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/11/10/mujer/1289402614.html
Dar a luz un hijo sin vida
En ese momento lleno de angustia y pesar donde no tienes ganas ni de respirar, faltaba pasar por otra situación: el parto. ¿Cómo te enfrentas a un parto donde sabes que tu bebé no va a salir llorando, que no lo vas a poder ver con los ojitos abiertos, que se va a separar de ti para siempre?
Pues bien, lo haces como una sucesión de acontecimientos donde tu lo único que deseas es que pase todo rápido, que sea todo una pesadilla y despertar rápidamente.
La verdad que todo el equipo médico se portó genial y no padecí ningún dolor. Al menos, eso fue positivo.
Cuando salió la cabecita de mi bebé se pudo observar la causa de la muerte: dos circulares apretadas de cordón en el cuello que hicieron que dejara de respirar. El cordón que le daba la vida, fue quien se la quitó.
Menuda rabia e impotencia sentimos en ese momento. Las circulares de cordón es algo que pasa muchas veces pero que causen la muerte, pocas. Y le tocó a Álex, a nuestro bebé. A nuestra razón y motivo de alegría diario.
Al principio dije que no lo quería ver pero, a los minutos me arrepentí y quise ver su carita angelical. Era igual que su papá. Con el tiempo me he arrepentido de no darle ningún abrazo o cogerlo en brazos. Tan sólo lo miré. Miré su carita y la gravé en mi mente sabiendo que no la volvería a ver.