jueves, 27 de marzo de 2014

Return to zero

¿Conocéis la película Return to zero?


RETURN TO ZERO se basa en la historia real de una pareja de éxito que se está preparando para la llegada de su primer hijo. Apenas unas semanas antes de su fecha probable de parto quedan devastados al descubrir que su hijo recién nacido ha muerto en el vientre.


Maggie y Aarón intentan seguir adelante con sus vidas, pero no pueden escapar de su dolor. Sus vidas y sus relaciones han sido alteradas para siempre por esta pérdida. Ellos tratan de hacer frente de diversas formas - a través de la negación, escape, y el alcohol - pero cuando Maggie finalmente descubre que Aaron está teniendo una aventura con una compañera de trabajo, ella decide poner fin al matrimonio.

Justo cuando Maggie cree que ha comenzado una nueva vida, ella descubre que está embarazada de Aaron (de una última escapada a Las Vegas 'para salvar su matrimonio' .) Con la ayuda de un médico comprensivo que experimentó hace años una pérdida similar, Maggie finalmente se aflige por la pérdida de su hijo. Entonces ella y Aaron se unen para hacer frente a un embarazo turbulento y aterrador.


Es la primera película que trata el tema de la muerte intrauterina. Estamos haciendo campaña para que se pueda ver en los cines de España.



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jueves, 13 de marzo de 2014

Carta para Álex el 17/01/2013

Desde el inicio de mi embarazo empecé a escribir un diario donde recogía mis sentimientos, reflexiones, experiencias, fotos... con la idea de regalárselo cuando tuviera la edad suficiente como para entenderlo.

El 17 de enero de 2013, le volví a escribir:

Ya ha pasado un mes y 16 días y no dejo de pensar en ti. No puedo dejar de sentirme muy triste porque no te he podido tener entre mis brazos, no he podido verte con los ojitos abiertos, disfrutar de una sonrisa tuya, cogerte de las manitas, darte calor...
Te quiero muchísimo y no puedo olvidarte. A veces, me da la sensación de que ha sido todo un sueño. Siento mucha rabia e impotencia. 
Ojalá el dolor por haberte perdido deje paso a la alegría por haberte tenido. 
Te quiero y siempre te querré.

En ese momento yo ya sabía que no lo iba a leer pero lo escribí. Me gusta escribir mis pensamientos. Me relaja, me ayuda a sacarlo fuera. 

lunes, 10 de marzo de 2014

Webs relacionadas

http://eraenabril.foroactivo.com/t3373-estrangulamiento-del-cordon-hipoxia

http://www.bebesymas.com/embarazo/la-vuelta-de-cordon-umbilical-en-el-cuello-del-feto

http://www.bebesymas.com/parto/circular-de-cordon-que-pasa-si-se-enreda-el-cordon-en-el-cuello-del-bebe

http://espanol.babycenter.com/a10300019/entender-el-nacimiento-sin-vida-o-imortinatoi

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/11/10/mujer/1289402614.html


Dar a luz un hijo sin vida

En ese momento lleno de angustia y pesar donde no tienes ganas ni de respirar, faltaba pasar por otra situación: el parto. ¿Cómo te enfrentas a un parto donde sabes que tu bebé no va a salir llorando, que no lo vas a poder ver con los ojitos abiertos, que se va a separar de ti para siempre?

Pues bien, lo haces como una sucesión de acontecimientos donde tu lo único que deseas es que pase todo rápido, que sea todo una pesadilla y despertar rápidamente.

La verdad que todo el equipo médico se portó genial y no padecí ningún dolor. Al menos, eso fue positivo.

Cuando salió la cabecita de mi bebé se pudo observar la causa de la muerte: dos circulares apretadas de cordón en el cuello que hicieron que dejara de respirar. El cordón que le daba la vida, fue quien se la quitó.

Menuda rabia e impotencia sentimos en ese momento. Las circulares de cordón es algo que pasa muchas veces pero que causen la muerte, pocas. Y le tocó a Álex, a nuestro bebé. A nuestra razón y motivo de alegría diario.

Al principio dije que no lo quería ver pero,  a los minutos me arrepentí y quise ver su carita angelical. Era igual que su papá. Con el tiempo me he arrepentido de no darle ningún abrazo o cogerlo en brazos. Tan sólo lo miré. Miré su carita y la gravé en mi mente sabiendo que no la volvería a ver.

Álex

Hoy hace un año, tres meses y nueve días que perdí a mi primer hijo, Álex.
Álex fue un niño buscado y muy deseado. Tuve un embarazo perfecto, sin náuseas, mareos, todas las pruebas bien, físicamente me encontraba genial, engordé poco, estaba feliz, entusiasmada, ansiosa... a la vez que con el miedo típico a lo desconocido y a la responsabilidad que conllevaba ser mamá. Y, una fatídica noche, un sábado 1 de diciembre, cuando faltaban dos días para la fecha probable de parto, me di cuenta de que Álex no se movía.

Comí chocolate, cambié de posición, hice todo lo que se me ocurría y desgraciadamente, seguía sin moverse. Muy asustada, se lo dije a mi marido y estuvimos un rato pensando qué hacer. Pensábamos que no sería nada. Él me tranquilizó bastante aunque, una parte de mi, no dejaba de temblar porque, tenía un mal presentimiento.  Creo que yo, en ese momento, ya sabía que Álex no estaba vivo pero era como si mi mente no lo aceptara, como si no me pudiera entrar en la cabeza que, a dos días de la semana 40, se pudiera morir mi bebé.

Fuimos a casa de unos amigos que tenían un aparatito para escuchar el latido del corazón. Serían ya las doce de la noche. Me lo puse y, costó mucho escuchar algo.  Después de varios intentos, oímos algo lejano que, dimos por hecho, que era su latido y nos fuimos a casa más tranquilos aunque yo no dormí casi nada esa noche tocándome la barriga en todo momento temiéndome lo peor porque mi hijo seguía sin moverse. Ahora sigo culpándome por no haber ido al hospital en ese mismo momento pues, si hubiera sido su latido que se iba apagando, quizás lo hubieran podido salvar. Por otra parte, pienso que él ya estaba muerto y lo que se escuchó fue el mío. No lo sé y nunca lo sabré. Siempre viviré con esa culpa. Con la impotencia de no haberme dado cuenta antes.

El domingo por la mañana ya no podía más. Estaba muy nerviosa. Llamamos a la matrona y fuimos al hospital. Me puso monitores y no se escuchaba nada. Me hizo una ecografía y ahí se vio. Todo en blanco y negro. No estaban el azul y rojo propios de los latidos del corazón.  Mi bebé estaba muerto.

Muerto, que palabra más potente. Nadie sabe lo que es hasta que le toca de cerca. Todo cayó a mis pies. Cada vez que lo pienso, se me pone un nudo en el estómago. Fue el peor momento de mi vida. Mi hijo muerto. No me lo podía creer. Nadie está preparado para que su bebé muera antes de nacer pero menos tras una gestación perfecta de nueve meses. Todo lo que había soñado acabó en ese mismo instante.

Ahí comenzó mi infierno sobre todo porque hacía tres meses que había perdido a mi padre inesperadamente. De pronto, sentí dos muertes: mi padre y mi hijo.

¿Por qué este blog?

Llevo muchísimo tiempo pensando en hacerlo y, por fin, hoy me he decidido. Supongo que era necesario que pasaran ciertos meses para poder hablar del tema con serenidad. 

Quiero tener este blog en memoria de mi primer bebé; para que todo el mundo sepa que vivió dentro de mi nueve meses; que me hizo la mujer más q feliz del planeta; que, aunque no naciera vivo, lo quiero muchísimo; y que nunca me olvidaré de él. Así que nadie lo intente, que nadie le quite importancia porque para mi es igual que mi segundo hijo: carne de mi carne y fruto del amor que nos tenemos mi marido y yo.

Espero que sirva de apoyo para familias que estén pasando o hayan pasado por experiencias similares porque esto no sé si se supera, pero aprendes a vivir con esa pena ya que el tiempo cura las heridas, pero quedan las cicatrices que recuerdan el dolor.